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3.- La Llegada

La Llegada

Abrí mis ojos y me halle en la oscuridad de mi ataúd. Agarre mi celular y llame a Daniel y Adrián en conferencia.

-¿Alo?- dijo una voz somnolienta.
-¿Daniel? – pregunte.
-¿Zua?- pregunto otra voz somnolienta.
-¿Adrián?- pregunte de nuevo.
-Aun es temprano, ¿Por qué no llamas mas tarde Zua? – musito Daniel.
-Ya no siento el movimiento de los carros transportistas, es como si estuviéramos parados.- mi voz sonaba desesperada.
-Ella tiene razón Daniel, ya no se siente el movimiento.-la voz de Adrián sonaba alerta.
-Voy a salir del mi ataúd- dije con decisión.
-¿Puedo quedarme con tus laptops si no regresas?-pregunto Adrián, divertido.
-¡No! Yo quiero sus laptops.-dijo Daniel, también divertido.
-Ja ja, que graciosos, si no los llamo en 10 minutos manden a buscarme.
-Ten cuidado Z.- Daniel sonaba preocupado.
-No hables con extraños Z.- Adrián sonaba divertido
-Muy gracioso Adrián, en serio si no regreso en 10 minutos manden Poneks a buscarme, ¿entendieron?
-Si, Zua.- respondieron los dos al unísono.

Cerré la tapa de mi Sony Ericsson 350, me saque la intravenosa, me puse el uniforme y me subí la capucha, a que si estábamos en tierra firme y expuestos al sol, podría morir incinerada.

Abrí la tapa de mi ataúd suavemente y me encontré un dormitorio exactamente igual al de Denovak, excepto que las paredes eran de un color melón, y no el típico azul oscuro que nosotros solemos utilizar en Denovak, ya que los colores claros nos dañan los ojos.

Habían cuatro puertas talladas en madera, eso significaban 3 habitaciones y una puerta hacia el pasillo. Salí de mi ataúd y a mi izquierda estaban el ataúd rojo sangre de Valeria y el ataúd verde oscuro de Daniel. A mi derecha estaban el ataúd verde manzana de Keila y el ataúd azul marino de Adrián.

Le di tres toques al ataúd de Adrián.

Toc.Toc.Toc.

No se oía ni la ronca respiración de mi gracioso hermano. No toque de nuevo. Me incline hacia su ataúd y sujete un lado de la tapa con mis manos. Fui abriendo el ataúd poco a poco, hasta que descubrí la figura dormida que era mi hermano. El estaba acurrucado en un costado, como lo hacia desde que mamá murió. Su largo y moreno cuerpo entraba en su ataúd a la perfección. Se le veía tan pacifico y calmado que no lo desperté.

Cerré poco a poco su ataúd y me di cuenta que en la tapa decía el nombre completo de mi hermano: Adrián Kobe Denovak.

Me gire hacia el ataúd de Keila y decía: Keila Kuronia Volochisk.

Fui al ataúd de Daniel y decía: Daniel Shaquille Denovak.

Mire el ataúd de Valeria y decía: Valeria Kendra Volochisk.

Finalmente busque con la vista mi ataúd y con la punta de mis dedos rocé mis dos nombres y mi apellido: Zuanna Kahtazthroph Denovak.

Zuanna Kahtazthroph…comencé a recordar la noche en que mis padres decidieron llamarme así…

Estaba sentada en el regazo de mi madre cuando mi padre entro a la sala.

Su rostro demostraba rudeza, pero una infinita felicidad y satisfacción aparecieron en su rostro al ver a mamá.

-Sabes…-dijo ella-creo que encontré el nombre perfecto para mi pequeña vampirita.-dijo ella, al mismo tiempo que besaba mi la punta de mi pequeña y rosada nariz.- veo en sus ojos un poder infinito, pero también belleza y gracilidad. Ella merece ser llamada Zuanna.

-¿Zuanna? No lo se Mora, si te gusta, pero ¿Cómo sabes que se ve como Zuanna?-mi padre sonaba indeciso, aunque sabia que al final dejaría que mi madre decidiera.

-Solo lo se Charlie, además, es único, como ella, nadie será tan fuerte y asombrosa como ella, apuesto mi vida en ello, pero si no te gusta lo podemos cambiar…

-Me gusta Zuanna…-se apresuró a decir mi padre-…pero en ella yo veo poder, destreza, rudeza, como una guerrera, ella debería tener el nombre de una guerrera digna de entrar en la Guardia Vampirica Secreta de la Oscuridad. Kahtazthroph seria su nombre, ya que su sola presencia causaría una catástrofe de maldad e ira.

-¿Realmente crees que aun existe La GVSO?, yo tenia la impresión de que habían desaparecido, ya que nadie sabe algo sobre ellos desde hace ya bastante tiempo, de todas maneras, pocas mujeres han ingresado a sus filas, y casi todas han muerto por suicidio, excepto por Karjatheq, ella murió de pena, sabiendo como torturaron a Hargamad hasta morir. No quiero eso para ella Charles.- mamá sonaba muy apenada, ya que Karjatheq fue una de sus primas mas cercanas y Hargamad había conocido a Karjatheq por medio de ella, y Hargamad había convencido a Kaylen, que era en ese tiempo el líder de la GVSO, que dejara entrar a Karjatheq a la Guardia.

Papá sopeso sus palabras con mucho cuidado antes de volver a despegar los labios para decir algo. Aunque conociéndolo, no dudaba que papá tuviera una respuesta ingeniosa para las ideas de mamá.

-Mira Mora, - dijo papá con suavidad – tu sabes cuanto me gustaría que alguno de nuestros hijos estuviera en la GVSO, pero el sueño de Shaq y Kobe es quedarse con la Academia, y no creo que Zuanna quiera la Academia, por eso creo que a ella tal vez le interese la GVSO, y creeme que yo tampoco busco para ella lo que paso con Karjatheq y Hargamad. Esa fue una de las muertes mas penosas que hubo en la GVSO, y yo se que Kaylen aun lamenta la perdida de Hargamad y Karjatheq.

Mamá desvió su mirada al suelo por unos minutos, y cuando alzo la cabeza llevaba una gran sonrisa entusiasta.

-Zuanna Kahtazthroph Denovak…me gusta como suena…podremos decirle Zuka, o, Zua…-mi madre sonaba tan feliz, ella siempre disfrutaba poniéndonos diminutivos, como a Daniel que le decía Shaq por Shaquille, o a Adrián que le decía Kobe por que ella solía decir: “Adrián es un nombre muy largo, así que yo te dire Kobe”.

En ese momento entraron mis hermanos, o como papá solía llamarlos:”los mellizos”.

-¡Shaq! ¡Kobe! ¡Queridos!
-¡Hey ma!-Adrián siempre saludaba a mamá de esa manera.
-Mamá, nos dijeron que nos necesitabas.- Daniel siempre trataba de facilitarle las cosas a mama, ya que ella aun no se recuperaba de su tercer parto, y casos como esos eran mortíferos entre los vampiros. A veces, el embarazo era motivo de riñas entre familias, o maldiciones para los machos que dejaban encintas a sus parejas.
-Si querido…me siento muy honrada el día de hoy, ya que le hemos puesto nombre a su pequeña hermana.-en la voz de mi madre era notoria la alegría y orgullo.
-¿entonces…cual es?- Adrián tenia una curiosidad infinita.
-Zuanna Kahtazthroph.
-Zuka.
-¡Exacto Shaq! – Exclamó mama.
-Mellizos, ¿que les parece?
-Me gusta… ¿Qué dices tu Shaq?
-Ídem, mellizo.

Salí de mis recuerdos, ya que eran muy penosos.

Desde que mamá murió, nadie nos llamaba Zuka o Shaq o Kobe. Simplemente éramos Zua, Daniel y Adrián. Incluso mi padre dejo de llamarlos mellizos (aunque ellos eran, en efecto mellizos. Pero nadie nunca supo como explicar que uno naciera un mes después del otro) y ellos nunca volvieron a terminar la oración del otro, o a seguir lo que el otro creía.

Me puse mis botas y salí al pasadizo a conocer más del lugar en el cual nos hospedábamos y a despejar mi mente. Las paredes de color melón me quemaban los ojos, así que regrese al dormitorio por mis Ray-Bans negras.

Salí de nuevo y encontré a los gemelos Paulo y Sergio Texeira. Ellos eran de Brazil, ellos eran lindos, con su cabello negro, ojos chocolate y lindos músculos, cosa que pocos vampiros machos solían tener antes de pasar por el cambio. Paulo sale con Rosalía Méndez y Sergio sale con Luzy-Annah Krebbs.

También son dos de los tres mejores amigos de Brent Montesco.

-¿Z?- preguntaron los dos al unísono, aunque difícilmente podrías diferenciar cual era la voz de cada uno, ya que sus tonos eran casi idénticos. Pero cuando lo mirabas a los ojos reconocías cual era cual, ya que Paulo tiene una mirada seria, pero amistosa, y Sergio tiene una mirada desinteresada pero enfocada.
-Hola gemelos… ¿no deberían estar durmiendo?
-Bueno…-respondió Sergio con una pizca de sarcasmo- sucede que mi querido hermano me despertó, ya que estaba aburrido y quería salir a conocer el lugar.
-Pero siguen en el pasadizo…
- Queríamos ver si JC o Brent despertaban.

Paulo y Sergio siempre salían acompañados del otro, hasta hacían citas dobles con Rosalía y Luzy-Annah, y al parecer a las chicas no parecía importarles, ya que Sergio era el mejor amigo de Rosalía y Paulo es el mejor amigo de Luzy-Annah, y por eso nadie se incomodaba por la presencia de nadie. Rosalía y Luzy-Annah tendían a comportarse bien (me refiero a no andar como si fueran superiores a los demás) cuando estaban alrededor de los gemelos. Rosalía tiende a sonreírme cuando me encuentra ablando con Paulo y Luzy-Annah se une a mis conversaciones con Sergio como si hubiera estado allí desde que esta empezó.

Pero la amabilidad de las hembras siempre terminaba cuando visualizaban a Brittany, o a Faith. Nunca comprendí porque ellas actúan de esa manera, teniendo a los machos que quieren con ellas. Nunca le di mucha importancia, ya que mi circulo de amistades se basa en muy pocas personas (Adrián, Daniel, Keila, Valeria, Paulo, Sergio, JC y Hillary), aparte que no soy tan sociable como mis hermanos, o tan talentosa o ingeniosa como Valeria y Keila.

-¿Quieres dar un paseo Z?- me pregunto Sergio, sacándome de mis pensamientos.
-Claro, por que no.

Comenzamos a caminar hacia la derecha, y nos topamos con una ventana, lleve mis manos hacia mi rostro en ademán de protegerme de los rayos solares que salían de esta, estos rayos eran débiles, pero aun dañaban mi piel, aunque no fuera tan doloroso como una exposición normal hacia la luz solar, sentí escozor en las partes donde el los rayos chocaban con las yemas de mis dedos.

-¿Estas bien Z?- pregunto Sergio mientras que Paulo me miraba con sorpresa.
-Sip, que raro, creí que los rayos solares nos quemaban, pero no pasa nada, aunque siento escozor.
-No deberías sentir nada, la academia ha sido hechizada para que la luz solar que se filtre por las ventanas solo ilumine, no queme. Mejor dicho no tienen rayos UV. De todas maneras ¿Por qué sientes escozor?

Me olvidaba que solo mi padre, mis hermanos, las Volochisk y Hillary sabían que mi debilidad era la luz solar. También me impresionaba Paulo con su peculiar don, que aun no tenia nombre. Al parecer tenia una gran capacidad para comprender y analizar cualquier problema a su alrededor, o talvez solo se deba a que pasamos mucho tiempo en la biblioteca después de clases.

-Bueno… se supone que no debo decirlo pero…ustedes son muy buenos amigos, así que se los contare – mi padre me había prohibido decirle a nadie mas sobre mi debilidad, ya que en batalla utilizan cualquier cosa para debilitarte, o peor aun, destruirte. – mi debilidad es la luz solar.

Sergio soltó una carcajada y Paulo sonrió con sorpresa. Al parecer no entendían a lo que me refería.

-Zuanna Kahtazthroph Denovak, ¿acaso estas loca? – Sergio seguía riendo, pero Paulo parecía haberlo comprendido todo después de unos pocos segundos.
-¿Cómo es eso posible?, ¿Cómo es que tu sufres mas daño al sol que todos nosotros? Aunque eso explicaría el porque siempre sales con el uniforme del colegio, aun así no entiendo, lo cual es muy raro. ¿Por qué solo tu y no todos nosotros? ¿O es que Daniel y Adrián también tienen esa misma debilidad? – Paulo realmente no entendía, y me costaba mucho creer que no pudiera entender algo, era muy raro.
-Mira, lo que sucede es que yo soy la tercera hija, no se si se acuerdan, así que a mi me toco la peor debilidad, pero me conformo con mis poderes. Me sirven demasiado como para quejarme. – dije esto ultimo esbozando una gran sonrisa que dejaba ver mis largos, afilados y blancos caninos, aunque sentía un gran pesar, ya que cada ves que mencionaba ser la tercera hija, me daba cuenta que yo fui la causa por la que mi mama no se pudo recuperar.
-Hey, realmente me gustaría tener tus caninos…apuesto a que no tienes problemas a la hora de cazar, o para morder la garganta de algún humano. – dijo Sergio sarcásticamente, esbozando una gran sonrisa.

Paulo y yo nos reímos de su comentario, aunque sabia que Sergio solo lo había dicho por que me había visto lamentándome sobre la perdida de mi madre.

Realmente me gustaba el don peculiar de Sergio, pues prácticamente podía manipular las emociones a su alrededor, aunque no tanto como eso, te podía hacer sentir mejor con solo hablarte, con el tono de su voz, tu podías sentir que cualquier problema se esfuma, y solo te centras en ser feliz en ese momento.

Continuamos caminando, y a medida que avanzábamos aparecían mas puertas, y todas eran iguales a la de nuestros dormitorios, y como no vimos a nadie salir, pensamos que aun seguían durmiendo.

Seguimos caminando y el pasillo se hacia mas grande, y al llegar a una puerta doble, con nuestro sentido agudo del oído, escuchamos risitas, y por el olor podía decir que eran adolescentes humanas, ya que no olían como vampiro.

En ese preciso instante las puertas dobles se abrieron, dejando ver a una chica alta, de piel nacarada, con el cabello de un color negro con mechas amarillas hasta los hombros, una nariz respingada, mejillas coloradas, ojos grises, cejas delineadas y labios normales, que demostraban una sonrisa divertida, pero que al vernos mostraron miedo, y luego interés.

Antes de que se diera cuenta, la humana dio un respingo y un grito ahogado.

Sergio trato de calmarla. – Lo sentimos, no queríamos asustarte, solo estamos reconociendo terreno, soy Sergio Texeira, -dijo señalandose a si mismo – este es mi gemelo Paulo – dijo señalando a Paulo, quien cabeceo en señal de afirmación – y ella es Zuanna Denovak. – dijo señalándome y yo le dirigí una sonrisa sin despegar mis labios, a fin de no perturbar a la humana con mis grandes colmillos.

-¡Oh! – Dijo la humana, extrañada – ustedes son los alumnos vampiros de la Academia Denovak – ahora sonaba mas entusiasta que sorprendida – disculpen mis modales, soy Josey McCormack, presidenta del consejo estudiantil de Dwelengdor – dijo esto señalandose el pecho del uniforme, que era un blazer de color azul marino, una camisa blanca, con corbata negra y una falda entablada negra un poco mas arriba de la rodilla, con medias hasta la pantorrilla y unos tacones negros 7. Y en la corbata tenia una pequeña insignia dorada, con una “P” grabada en el centro de esta.

-¿Jo-jo que pasa?, ¿Por qué no entras? – peguntaron dos voces de humanas adolescentes que salieron de la misma puerta que Josey en ese mismo instante.

Eran dos humanas adolescentes, que al juzgar por su extremo parecido, eran gemelas, eran mas bajas que Josey, aunque también llevaban tacones 7, esbeltas, cabello rubio, lacio, ojos miel, labios ligeramente llenos, narices pequeñas y respingadas, cejas simétricas y piel rosada.

-¡Hola! – dijo la que estaba a la derecha y que no parecía estar clava en el suelo con expresión de “Esos definitivamente son los gemelos mas ardientes que he visto en mi vida”, y apostaría una de mis laptops a que eso es lo que esta pensando – soy Ximenah Williams, y esta es mi gemela Caroline, ¿Carol? – pregunto a su gemela, ya que esta parecía estar en medio de un trance, ya que no dejaba de mirar a Paulo, con aire serio y al parecer fascinado.

-¡Oh, lo lamento!, soy Caroline, Caroline Mary Williams, encantada de conocerlos. – dijo batiendo exageradamente las pestañas, con una sonrisa coqueta y enroscándose un mechón de su rubia melena entre algunos dedos.

El típico flirteo femenino. Me pareció tonto, ya que ni Paulo ni Sergio se percataron de ello, aunque parecían incómodos con la situación, Paulo mas que todos, ya que Caroline tenia los ojos clavados en el.

Ximenah miro a Sergio con una mirada de vergüenza, como diciendo, “lo siento mucho, ella no se puede controlar cuando ve a un vampiro lindo, simplemente se arroja a sus brazos”.

Y Sergio se la devolvió, como diciendo, “no te preocupes, nosotros entendemos, ojala podríamos decirle que Paulo esta emparejado, y que Rosalía le arrancaría la cabeza de una mordida si viera la escenita que tu hermana esta haciendo.”

Tengo que admitir, que Sergio es extremadamente sarcástico, todo el mundo cree que es su pasatiempo favorito, ya que siempre encontraras al menos una pizca de sarcasmo en cada palabra que salga de su boca, pero a todos les cae bien, sin importar sus comentarios sarcásticos, aunque gracias a estos, te podías sentir mejor después de una fuerte discusión, depresión, o tristeza.

Josey noto la tensión entre los gemelos y las gemelas, ya que se podía decir que era palpable en el aire, y comenzó a bombardearme con preguntas para desplazar la atención de las gemelas hacia mi.

- ¿Zuanna verdad? – pregunto dudosa.
- Dime Zua. O como prefieras. – respondí, mirándola a los ojos.
- ¿Qué tal estuvo el viaje? – pregunto.
- Bastante bien, no sentí nada. Mmm… ¿donde estamos exactamente?- pregunte, ya que no nos habían dicho donde estaba situada la academia Dwelengdor.
- Estamos en Flagstaff, Arizona. – contesto con naturalidad.
- Espera un minuto, Arizona… ¿Estamos en EE.UU.? – pregunto Paulo, con asombro y amargura.
- Si, creímos que lo sabían…- esta ves Ximena fue la que respondió ofendida y en shock.
- Tienen que estar bromeando…Arizona es uno de los estados mas soleados de EE.UU. ¿Qué estaba pensando tu padre cuando nos trajo aquí Z? - pregunto Sergio, indignado.
- Creeme que no tenia idea, pero no creo que tengamos que preocuparnos por el sol, ya que Paulo dijo que La Academia esta bajo un hechizo de repulsión. – dije, tratando de calmar a Sergio.
- Ah cierto…se me olvido, y por cierto Caroline, ¿podrías dejar de ver a mi hermano así?, no solo lo incomodas a el, sino también a Zua y a mi.
- Realmente lo lamento, – respondió su hermana – cada vez que ve a alguien que a su parecer sea “divino” no lo deja en paz hasta que lo tiene.

Me di cuenta que Ximenah realmente sonaba apenada, ya que su hermana la estaba poniendo en una situación complicada con unos vampiros, y todo el mundo sabe que no es bueno molestar a criaturas que podrían arrancarte la cabeza de una mordida.

-Disculpa Caroline, realmente creo que deberías dejar de mirar a Paulo.- dije con frialdad.
-¿Por qué? – Respondió la aludida – De alguna manera estaré con el, de eso estoy segura. – dijo sin apartar sus ojos de mi amigo, que cada ves parecía mas consternado e irritado por el comentario de la humana.
- Aww, realmente aprecio tu sinceridad, pero lo único que tendrás con Paulo serán conversaciones, nada mas, de eso estoy segura. – dije imitándola.

Ella dejo de ver a Paulo para mirarme con una mirada asesina y respondió.

-Yo que tu no estaría tan segura, siempre obtengo lo que quiero, y lo quiero a el, y si yo no lo tengo nadie mas lo tendrá.- dijo sonriéndome burlonamente.
- Primero, tú eres solo una humana, sin ofender Josey, Ximenah, segundo, estas armando un problema realmente patético, y tercero, - hice énfasis al pronunciar esta palabra - Rosalía ya te hubiera mordido. – y sonreí por primera vez, sin temor a asustar a alguien, enseñando mis fabulosos y grandes caninos.

Al verlos, Caroline dio un respingo, y los gemelos soltaron unas risitas, pero las que no pudieron contenerse eran Josey y Ximenah, que rompieron en carcajadas al ver la cara de miedo de Caroline.

-¡Hey!, ¿Les gustan mis caninos? – les pregunte, al ver que casi habían parado de reír y miraban con interés mis caninos. A su favor, debo decir que las humanas no son tan asustadizas como nosotros creíamos.

-Nunca antes habíamos visto uno, bueno si, pero en fotografías, pero nunca uno así, en vivo.- explico Josey al ver mi cara de estupefacción.
-¡Ah!, nunca lo vi de ese modo…Bueno, ahora creo que ya entendiste ¿verdad Caroline? – dije, mirando de manera interrogativa a Caroline, que dio un respingo al oírme decir su nombre.

La Maga reacciono en el instante que escucho su nombre, y volvió a mirarme con esa estupida sonrisa burlona.

-¿Quién es Rosalía? ¿Otra Vampira? ¿O una simple excusa para evitarme? – pregunto con descaro.
-En realidad, Paulo esta comprometido con ella, ¿verdad Paulo?
- Si, ¿Por qué lo preguntas, si tu misma viste como se lo propuse? – respondió Paulo, con una sonrisa llena de felicidad.
-¿Ahora entiendes por que solo tendrás conversaciones con el?, ¡Ah! Y por si no lo sabias, una ves que un vampiro elige pareja, es para siempre, así que no puedes hacer nada Caroline, así que por una vez en tu vida resígnate a perder, porque nunca tendrás todo lo que quieras. - dije esto mirándola a los ojos, para ves si en ellos había una pizca de remordimiento, o comprensión, y me sorprendió lo que encontré.

No tuve tiempo de reaccionar, ya que Caroline se me había lanzado enzima, creí que quería ahorcarme, lo cual seria muy estupido de su parte, hasta que me di cuenta de que me estaba abrazando.

-¿Sabes?, - me dijo al oído – pocas personas me han dicho eso, mejor dicho, solo mis padres y tú, supongo que debes pensar que soy una loca, ya que estoy abrazando al vampiro con el que estaba discutiendo, pero sabes que, me doy cuenta que no estas buscando superioridad, ni altanerías. Realmente me gustaría ser tu amiga Zuanna Kahtazthroph Denovak, ya que nunca conocí a una persona tan diferente como tú.

Dijo eso y me soltó, y se puso delante de mí con una sonrisa fraternal, y entendí que cada una de sus palabras destilaban verdad.

-¿Sabes?, - le dije con una sonrisa enseñando mis colmillos, y ella al verlos, sonrió aun mas. – no creo que estés loca, y si me gustaría ser tu amiga.

Y ante la mirada atónita de todos, clave una rodilla al suelo y golpee el suelo con mi puño. Me levante suavemente y le dije:

-Creo que debemos trabajar un poco en tus modales Carol.

Y esta vez ella fue la que rompió a reír.

-Zua realmente sabes romper el hielo, eres asombrosa amiga, ¿lo sabias? – dijo Sergio, animado.

Voltee a verlo y note que no solo los gemelos sonreían, sino que Josey y Ximenah también lo hacían.

Sabía que significaba las sonrisas de los gemelos, ya que como dije anteriormente, no tengo dotes de una persona sociable y gracias a eso tenia muchos problemas en tratar con las demás personas.

-No, realmente no lo sabia, gracias Sergio.
-¡Hey!, -dijo Carol pensativa - ¿Qué tal si les damos un tour por la Academia?, aun faltan unas buenas 4 horas para la presentación de llegada, y no creo que les guste esperar 4 horas sin hacer nada.
-Me parece una buena idea, así no nos perdemos ¿gemelos?
-Claro Z, ¿Por qué no? , afín de cuentas ese era nuestro propósito. – respondieron los gemelos al unísono, y Josey y Ximenah cabecearon en afirmación.
-Entonces vamos. – dijo Carol y seguimos nuestro camino por los pasillos con nuestras nuevas amigas.
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