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1.- La Reunion

La Reunión


Estábamos en el coliseo, todos excepto mi padre. Adrián y Daniel sabían lo que iba a pasar, pero no yo. Keila y Valeria se agarraban fuertemente de las manos como las hermanas que son. Mi padre entro al coliseo con los miembros del consejo siguiendo sus pasos. En ese momento todo se paro. Las voces, respiraciones y se podría decir que hasta el tiempo. Era la hora del anuncio.

-Buenas noches a todos.-dijo mi padre, con una voz tan solemne que nadie podría imitarla.-Esta noche estamos reunidos, ya que, será la última vez que lo hagamos en este año. La invitación ha llegado. Cada cuatro años, se unen las cuatro escuelas más importantes del reino sobrenatural. Esta reunión ha sido convocada para decirles que dentro de dos días estaremos partiendo a la escuela de magos Dwelengdor. Allí nos reuniremos con 3 Academias. La Academia Drempter para licántropos, La Academia Dwelengdor para magos y la Academia Mignonnette para magas. En los cuatro meses que estaremos allá tomaremos clases con ellos sobre brujería, licantropía y vampirismo .En el último mes de nuestra estancia tendremos el torneo del inframundo. En el cual un estudiante de cada academia participara para llevarse la copa dorada y obtener el triunfo. En los dos ultimos torneos, mis hijos Daniel y Adrián nos trajeron la copa dorada y el orgullo de haber ganado este prestigioso torneo, y espero que este año sea igual con…- mi padre se paro en la ultima frase y vi pena y temor en su rostro, no quería imaginar lo que estaba pensando,-… con mi hija Zuanna.

En ese momento mis hermanos me agarraron cada uno una mano con tanta fuerza que me estaban hiriendo. Keila y Valeria soltaron un pequeño grito ahogado, lo suficientemente alto para que yo lo escuchara. No entendía su reacción, pero algo me decía que era sobre el torneo y el repentino anuncio de mi padre.

-El día 28 de Junio quiero a todos los presentes listos. Nos reuniremos en este mismo lugar a esta misma hora. No traigan más de lo necesario. Buenas noches.

En ese instante todos se sentaron, incluidos nosotros, el consejo y mi padre.

-¿Ya tienes tus poderes desarrollados?-me pregunto Keila.
-Si, también se manejarlos y moldearlos para hacer lo que yo quiera.-le dije.
-No creo que debas participar en el torneo.-me dijo Valeria.
-Yo pienso lo mismo.- dijo Daniel mirándome con tristeza.
-No podemos hacer nada Daniel, ya lo anuncio nuestro padre, y tu sabes que no se pueden cambiar sus mandados.-le dijo Adrián, que tenia los ojos puestos en mi rostro, también podía ver la tristeza y desesperación en ellos.
-Tranquilo cariño,-le dijo Keila a Adrián- encontraremos una solución a esto, no te desesperes.
-No lo entiendes-le dijo Adrián a Keila, a la vez que le envolvía sus manos en las de ella.- este torneo es muy peligroso, algunos participantes mueren en las pruebas. Aunque yo no allá tenido problema con ellas no significa que Zua no los tenga.-dijo mientras me miraba.
-Adrián ¿A que le tienes miedo?-le pregunte.
-Tengo miedo a…-Daniel le corto.
-Tenemos miedo a perderte.-me dijo.

En ese momento me levante de la mesa y salí del coliseo a toda prisa. Nadie hizo ademán de detenerme. Salí de la academia y llegue hasta el bosque. Me senté al costado del lago y comencé a pensar sobre esas palabras:”tenemos miedo a perderte”. Siempre creí que estarían mejor sin mí, aunque talvez estuve equivocada. Unos pasos interrumpieron el hilo de mis cavilaciones.

-Si no es molestia, me gustaría estar sola- dije en voz baja pero amenazante.
-Lo siento, no pretendía molestar.- me dijo.

En ese instante me voltee y era Brent Montesco. El era el vampiro italiano más hermoso de todo Denovak, el era alto y fornido, con unos ojos verde esmeralda, tenia el cabello castaño oscuro, pero a la luz era dorado. Me pareció raro verlo ahí parado, ya que no lo conocía y el a mi tampoco. Me pare y me disculpe.

-Lo lamento, no pretendía asustarte.- le dije.
-No me asustaste.- me dijo con una media sonrisa.
- Ah… ¿me estabas siguiendo?- le pregunte con cautela.
-Bueno…vi que saliste básicamente corriendo del coliseo, como vi que tus hermanos querían seguirte, les dije que yo lo haría, pero me dijeron que no te sorprendiera, ya que podrías reaccionar mal.
-Ellos están en lo cierto.-dije.
-No te entiendo.-me dijo.
-Es simple. Mira si alguien me sorprendiera, utilizaría mis poderes para defenderme, aunque no este permitido.-le explique.
-¿Y cuales son tus poderes?- me pregunto.
-Electricidad y protección mental y física.- le respondí.
-Interesante… entonces tú eres Zuanna Denovak.- me pregunto.
-En realidad es Zuanna Kahtazthroph Denovak.
-Ya veo….
- Y tú eres Brent Montesco.
-Es Brent Cameron Montesco.
-Ya veo…
-Mira…tu quedas como Zuka y yo como Brent, ¿te parece?
-Dime Zua.- le dije y nos estrechamos las manos.
-Mejor volvamos antes de que mi padre mande a los Poneks a buscarme.-sugerí.
-¿Poneks?-me pregunto.
-Los Poneks son los buscadores.
-Ya veo.-me dijo.
-¿Entramos?
-Claro.

Comenzamos a volver a Denovak y vi cuatro cabezas saliendo de la puerta. Eran Brittany Dekker, Rosalia Mendez, Luzy Krebs y Faith Bunt. Ellas creían ser las vampiresas más perfectas de todo Denovak, cosa que a mí me molestaba, ya que en un combate mano a mano vencí a Brittany y ella es mayor que yo por 2 años. Cuando Brittany me vio al lado de Brent, me lanzo una mirada con odio, y yo le di una con insuficiencia.

-Brent, cariño ¿a donde te fuiste?- le pregunto Brittany.
-Salí a tomar aire.-dijo Brent a la ves que giraba su cabeza para mirarme.
-¿Y tu eres?- me dijo Brittany, fingiendo amnesia.
-Nadie de importancia.-le dije y seguí caminando.
-¿Tu no eres Zuanna Denovak?-me dijo Rosalía. Cuando me lo dijo me quede petrificada.
-Lo tomare como un si.-dijo Rosalía.
-Hey, suerte en el torneo…aunque no creo que puedas con el.-dijo Luzy y a Faith se le salio una risita.
-Yo creo que tal vez pueda con el, ya que te venció en un combate mano a mano Britt.- le dijo Rosalía, a son de burla y Brent estallo en carcajadas.

Estaba cansada de escucharlas, cada vez que me las encontraba decían cualquier cosa con tal de hacerse notar.

- Zua, espera.- me dijo Brent, por que yo ya había comenzado a caminar de nuevo.

No pare, aunque si escuche que le decía adiós a Brittany y comenzaba a alcanzarme.

-¿Por qué no me esperas?- me pregunto Brent.

No le respondi y seguí caminado, cosa que al parecer debió molestarle, ya que no me dirigió la palabra hasta que llegamos a la puerta del coliseo, que casi estaba vació por excepción del consejo, mi padre, mis hermanos y mis cuñadas.

-Lo siento, estoy siendo grosera, pero no me agradan tus acompañantes.-le dije a Brent, el cual al parecer le pareció gracioso mi testimonio.
-No te preocupes,-me dijo riéndose.- se por que no, a mi tampoco me agradan.

Eso me sorprendió un poco, ya que Brittany lo llamo “cariño”.

-Creí que estabas saliendo con Brittany.- le demande.
-Estaba saliendo con ella, la deje de buscar hace una semana.-me confeso.
- Y…¿Por qué no le dejas las cosas claras?-le reproche.
-Creí que las tenia claras.-me respondió.
-Bueno tengo que entrar, fue un placer conocerte.-le dije sonriéndole.
-Creeme que para mi, fue un honor.- me dijo, me dio un beso en la mejilla y se fue.

Yo entre al coliseo y me dirigí a la mesa donde estaba sentada mi familia.

Adrián y Keila son enamorados desde hace 5 años y cada año renuevan promesas de amor(parecen unos tortolitos), Daniel y Valeria son enamorados desde hace 6 años y ellos ya se comprometieron, pero aun no se pueden casar, ya que una ceremonia de casamiento vampirica es un poco diferente a la humana.

Daniel es mayor que Adrián por un mes, pero Adrián es más alto que Daniel. Los tres nos parecemos mucho. Daniel tiene un cuerpo desarrollado, mientras que Adrián tiene mente y habilidades extracorporales. Los 3 tenemos ojos cafés. Daniel es mas moreno que Adrián y yo, Adrián es trigueño y yo soy pálida.

Daniel, Adrián y yo somos unos de los pocos con facciones morenas en Denovak, ya que nuestra madre, fue Brasileña. Se llamaba Morayma Da Silva, era muy hermosa, ella murió 2 años después de darme a luz, mis hermanos nunca me lo han hechado en cara, pero mi padre nunca nos trato igual después de lo que pasó. Creo que me culpa por lo que paso con mamá.

Valeria y Keila son hermanas, las 2 son de Ucrania. Ellas no se parecen mucho. Valeria tiene ojos azules amarillentos, pero Keila los tiene verdes. Las dos tiene el pelo de color negro y las 2 son de mi estatura. Llegaron aquí hace 7 años. Ellas son descendientes del Varón Volochisk, un antiguo amigo de mi padre, que murió hace mucho tiempo. Su familia se quedo en Ucrania, ya que tenían problemas con el gobierno. Y antes de que el Varón muriera, mando a sus nietas a Denovak, y mi padre las recibió con los brazos abiertos. Valeria tiene 18 y Keila 17, Daniel y Adrián tienen 19. Yo tengo 16.

Cuando llegue a la mesa vi que Adrián estaba recostado y dormido en las piernas de Keila y Daniel tenía un brazo en torno a la cintura de Valeria. Los tres alzaron la cabeza. Daniel y Valeria se pararon y me abrazaron por mucho tiempo, hasta que me di cuenta que Valeria estaba llorando y Daniel aguantaba las lagrimas. Ya no podía seguir con esto.

-Por favor no lloren, voy a estar bien, lo prometo, aunque no gane, saldré viva de esto.-les prometí.
-¿Qué vamos a hacer si no vuelves?-me preguntaron los dos al unísono.
-Se casaran y tendrán una niña a la que llamaran Zua.-les dije con una sonrisa.

Los dos alzaron la cabeza y me miraron con una sonrisa.

-¿Y yo que voy a hacer cuando no vuelvas?-me pregunto Adrián que me estaba mirando y estaba abrazando a Keila, que también estaba llorando.
-Tu le propondrás matrimonio a Keila, ella te dirá que si y se casaran. De Mejor hombre tendrás a Daniel y de Dama de Honor tendrás a Val.

Los dos me miraron con cara de asombro y Keila bajo la mirada y me sonrió. En ese momento paso algo que no me había esperado. Adrián se paro pero Keila seguía sentada y con la mirada baja. Adrián clavo una rodilla en el suelo y se puso cara a cara con Keila y saco una cajita negra de terciopelo de su bolsillo, la cual se la tendió a Keila.

-Se que todos estos años te he jurado amor eterno, pero esta vez quiero que sea para siempre.-Keila lo miraba con cara de estupefacción, yo, Daniel y Valeria lo mirábamos con una sonrisa de oreja a oreja.-Keila, mi amor, ¿te quieres casar conmigo?

En ese instante mi padre se acerco a nosotros, estaba justo al costado de Keila y Adrián. Yo no alce la cabeza, pero Daniel y Valeria lo hicieron. Adrián estaba tan ensimismado en su propuesta que ni se dio cuenta que mi padre lo miraba fijamente. Keila comenzó a llorar de nuevo y solo dijo:

-Si, quiero.

Adrián saco un anillo de oro, con un grandioso rubí, que es la piedra favorita de Keila, de corte princesa y se lo coloco en el dedo corazón. Es tradición que el novio le compre una sortija con la piedra favorita de la novia para pedir su mano en matrimonio. Le quedaba a la perfección. Mi padre comenzó a aplaudir y todos le seguimos y Adrián agarro a Keila de la cintura y se besaron.

-Hijo mío, te felicito.-le dijo mi padre a Adrián.-No podrías haber elegido a una muchacha mas buena que nuestra querida Keila Volochisk.

Adrián y Keila se voltearon para percatarse de la figura que los había felicitado y se sorprendieron, ¡ya que mi padre estaba sonriendo! No lo pude creer pero estaba sonriendo.

-Les doy mi bendición hijos míos, pero por ahora hay algo más importante de lo que debemos preocuparnos, y es preparar a Zua para el torneo.

Dicho esto mi padre se dio media vuelta y, salio de la habitación seguido por el consejo.

-Felicitaciones. Espero que sean felices por siempre, ahora tienen mi bendición, así que ya pueden casarse.-les dije sonriendo.-Me gustaría quedarme a celebrar… Pero si me disculpan, tengo que hacer las maletas y comenzar a practicar para la bienvenida.-les dije y les sonreí de nuevo.
-¿Qué bienvenida?-me dijo Adrián, quien seguía abrazando a Keila y ella tenia la cabeza recostada en el pecho de mi hermano con una sonrisa que iluminaba su rostro.
-Algo así como nuestra entrada, creo que vamos a tener que hacer algo como un espectáculo, así que voy a practicar con mis choques eléctricos un poco.
-¿Por qué no vamos todos, así practicamos todos y te enseñamos algo de lo que vendrá en torneo?-me dijo Daniel.
-Claro, es una buena idea.-dije y luego mire a la parejita recién comprometida.-Amenos que ellos prefieran irse al cuarto a festejar.
-Que imaginación tan grande la tuya hermanita.-me dijo Adrián un poco enfadado y un poco pagado de si mismo.
-Vamos a entrenar.-me dijo Keila, así que salimos del coliseo y fuimos al dormitorio.
-Deberíamos cambiarnos primero, por que con esta ropa dudo que podamos hacer mucho.-dijo Val.
-Tienes razón, y Zua tiene que coger sus guantes para la práctica.-dijo Daniel.

Salimos del coliseo y nos pusimos en marcha al nuestro dormitorio.

Nuestro cuarto es más parecido a un departamento que a un dormitorio, ya que tenemos 3 cuartos, cada uno con baño propio, TV, DVD y equipo de sonido. Yo duermo sola, así que Adrián duerme con Keila y Daniel con Valeria. Tenemos este dormitorio desde hace 4 años.

Mi cuarto no es tan grande, solo tengo lo indispensable (2 guitarras, 2 laptop, 3 Ipods) bueno, debo decir que soy una maniaca con la tecnología, y que sin ella no podría vivir.

Todos estábamos con el uniforme (La capa negra con capucha que a un costado tiene el escudo de la Academia bordada) y ropa simple debajo de este. Me puse mis guantes especiales para electricidad, con la punta del dedo descubierto y la manga tres cuartos, medias negras hasta la entrepierna, short negro, botines hasta la pantorrilla (shitkickers), blusa de tirantes negra y el uniforme. Mis hermanos salieron vestidos para entrenar, con buzos y camisetas negras.

Tomamos una copa de sangre (brindis por los recién comprometidos) y salimos al campo a practicar, el cual estaba vació y nos facilitaba la práctica: sin espectadores indeseados, ya que todos deben estar haciendo las maletas.

En ese instante me quede petrificada, ya que una voz sonó en mi cabeza (Zua, soy tu padre, Charles Denovak, debes prestar mucha atención a lo que te voy a decir) ¿Por qué papa se comunica así conmigo?(te estoy dando un tercer poder, el poder de la telepatía, no te asustes, por que nada malo esta sucediendo contigo, este poder te da la ventaja de saber que piensan tus adversarios, y también puedes hablar con ellos mediante el)(¿telepatía?)Le pregunte a mi padre, auque no lo dije, solo lo pensé, pero específicamente para mi padre. (Si) me respondió. (Ya sabes utilizarlo, eso es bueno ya que no tenemos tiempo que perder) (Gracias por este poder padre, no tenias que dármelo) (Es necesario para tu seguridad.) (Padre, ¿se lo puedo decir a Daniel, Valeria, Adrián y Keila?)(Solo se lo dirás a ellos y a nadie mas, eso te lo prohíbo) me dijo mi padre en tono de orden.

En ese momento volví a la realidad y los cuatro me estaban mirando fijamente, como si hubiera estado ausente, y me di cuenta que había dejado de respirar por la sorpresa y que me estaba poniendo azul, así que comencé a respirar y me calme.

-¿Qué te paso?- me preguntaron los cuatro al unísono.
-Acabo de recibir un nuevo poder.-les dije.
-¿Cómo lo sabes?-me pregunto Adrián.
-(¡por que lo se hermanito!)-le grite en pensamiento.
-Esta bien, no tienes que gritar.-me dijo Adrián.
-Ella no dijo nada, Adrián, estas alucinando.- le dijo Daniel.
-Me lo dijo en mi mente.-aclaro Adrián.
-¿Ya lo dominas?- me pregunto Keila.
-Si, es cuestión de pensar algo pero directamente hacia una persona, y al parecer le llega el mensaje.
-Eso es bueno, y como sabes yo también tengo el poder, así que te podré ayudar a moldearlo.- me dijo Val.
-Me parece una buena idea.- le respondí sonriéndole.
-Bueno comencemos, ya que no tenemos todo el día.-dijo Daniel.

Comenzamos a practicar la entrada, la cual resulto muy escalofriante, ya que utilizare mi poder con la electricidad para crear rayos que salgan de la punta de los dedos, aunque estos rayos no electrocutan, solo provocan un pequeño cosquilleo en la piel. Aunque la seriedad no nos duro mucho, ya que nos pusimos a jugar a las 2 horas de haber empezado.

Entonces vi que los cuatro formaban un circulo, y cuando comencé a acercarme, me taclearon y me tomaron presa.

-¡Me rindo! ¡Me rindo! ¡Ustedes ganan!-musite, básicamente gritando.

Pero no me soltaron hasta llegar a nuestro dormitorio y me botaron a mi cama.

-¡Muy graciosos!-les dije.
-De nada hermanita.-me dijo Adrián, que seguía riéndose.
-¿Les puedo hacer una pregunta?- les dije.
-Dinos.-dijo Keila.
-¿Por qué Brent Montesco me siguió al bosque y no lo hizo ninguno de ustedes?- les pregunte.
-Bueno…-me dijo Val.-En primer lugar, si iba uno de nosotros no ibas a querer escucharnos, en segundo porque sabíamos que no lo identificarías si te seguía y tercero…porque necesitas un…enamorado.-dijo la ultima frase con un poco de vergüenza.
-¡Son las excusas mas penosas que he oído en toda mi vida!- les grite-¿Cómo es posible que sean tan casamenteros?-mientras hablaba iba cerrando mi puerta.

Comencé a empacar mi mejor ropa y mis 6 uniformes.

No podía creer lo que me dijeron, que necesitaba un enamorado. Aunque podía ver que era cierto, por que me sentía sola en ese aspecto, de querer a una persona como más que un amigo, aunque nunca lo sentí por nadie, ni por el hermoso Brent. Aun no había encontrado a ese alguien.

Ahora creo que nunca lo encontré, por que siempre estuve pensando en lo que era mejor para mis hermanos y no para mi, ya que muy poco me importaba mi persona.

Pero cada vez que veo a mis hermanos tan felices con mis cuñadas, se que debo dejarlos seguir su camino, y yo debo encontrar el mío.

Seguí empacando, aunque mi mente flotaba por un lugar muy diferente ahora, un lugar donde encontraría a esa persona tan especial y tendría un lindo final.

Empaque lo primordial: todos mis mini vestidos negros, ropa interior negra, shorts, blusas, botas, maquillaje, guitarras, Ipods, zapatillas, esmaltes y laptops.

Me sentía preparada para lo que sea que venga en el torneo, aunque mis hermanos me dijeron que depende de la junta del torneo, ya que es esta quien decide quienes van a participar.

Abrí mi puerta y vi a mis dos hermanos, con la cabeza apoyada en mi puerta.
Eso me sorprendió un poco, ya que nunca habían estado espiándome, o, tratando de escucharme, no era algo propio de ellos.

-¿se puede saber que están haciendo?-les pregunte, divertida.
-Tratamos de escuchar algo.-dijo Adrián.
-Ok, aunque creo que deberían comenzar a empacar.-musite
-Val y Keila están empacando.-dijo Daniel.
-Que graciosos, no sean ociosos y vallan a hacer sus maletas, que no les va a tomar mucho tiempo.-les dije.
-Esta bien, nos iremos, pero volveremos.- me dijo Adrián, divertido por su frase.

Daniel asintió ante la propuesta de Adrián y fueron a hacer sus maletas.

Entre a mi cuarto de nuevo, me di una ducha rápida, me puse la pijama de murciélagos y me fui a dormir.
 
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